Lunes 3 de Noviembre de 2025
Dra. Karen Irribarra Vergara
Matrona. Docente de la Carrera de Obstetricia y Puericultura
Universidad Central de Chile – Región de Coquimbo
Miembro de la Sociedad Chilena de Pediatría (SOCHIPE)
La lactancia materna no solo es un acto natural entre madre e hijo; es también una poderosa herramienta de salud pública y una acción concreta de apego. Aunque las mujeres trabajadoras tienen el derecho a amamantar con apoyo, en la práctica este derecho se ve escasamente garantizado. Por ello, se hace urgente instalar una mirada colectiva que promueva condiciones reales para sostener la lactancia más allá de los seis meses, tal como recomiendan la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Los beneficios de la lactancia materna están ampliamente respaldados por evidencia científica. Se ha demostrado que protege contra infecciones infantiles, maloclusiones dentales y puede reducir el riesgo de sobrepeso y diabetes tipo 2. Para las mujeres, amamantar también implica beneficios: disminuye el riesgo de cáncer de mama y ovario, y favorece un mejor espaciamiento entre embarazos.
En Chile, los datos regionales advierten una preocupante tendencia. En la región de Coquimbo, según cifras solicitadas vía transparencia a la SEREMI de Salud, solo un 55% de los lactantes menores de seis meses recibe lactancia materna exclusiva. Esta cifra está por debajo del estándar mínimo del 60% sugerido por la OMS, y evidencia tanto un problema de salud pública como una deuda con la infancia y las madres.
La lactancia materna, además de nutrir, genera vínculos afectivos profundos y refuerza el desarrollo emocional del niño. Sin embargo, su continuidad se ve amenazada al momento del retorno laboral, especialmente en contextos con condiciones sociales o laborales desfavorables.
Es hora de actuar. Como sociedad, tenemos el deber de construir una cultura más favorecedora de la lactancia. Para ello, se requieren entornos laborales compatibles, educación basada en evidencia, apoyo comunitario y políticas públicas firmes. Bajo el lema de la Alianza Mundial para la Acción en Lactancia Materna (WABA), "Priorizamos la lactancia materna", debemos entender que no se trata solo de una decisión personal, sino de una responsabilidad colectiva. Apoyar la lactancia es apoyar a la madre, al niño, a la familia, y a la construcción de una sociedad más justa, humana y equitativa.